El desafío pendiente:
Que la mitad de la juventud que hoy no finaliza la escuela secundaria a
término, pueda hacerlo
Laura Marrone
laura.marrone88@gmail.com
Desde hace casi una década la educación secundaria es
obligatoria en Argentina acompañando un proceso más general en la región. Chile
sancionó su obligatoriedad en 2003, Uruguay en 2008 y Brasil por enmienda
constitucional a partir del 2009. Argentina extendió la obligatoriedad a todo
el nivel a partir de la sanción de la
Ley N ° 26.206/06.
Sin embargo, las estadísticas oficiales dan cuenta de
que, por cada dos egresados de 7º año del nivel primario, egresa uno en 5º año de
la escuela media (año 12) con la edad correspondiente a una escolaridad
regular: 17 años[i]. El
desgranamiento y la sobre-edad son algunos de los problemas que muestran las
dificultades de la juventud para el ejercicio de su derecho a la educación.
El presente trabajo es un aporte parcial e
inacabado sobre las posibles razones que explicarían esta situación, analiza el
efecto de las políticas públicas que pretenden contrarrestarla y propone
algunas medidas para revertirla.
I.
El
diagnóstico hasta la sanción de la
Ley 26.206
El Documento preliminar
para la discusión sobre la educación secundaria elaborado por el Ministerio de
Educación de la Nación
(2008) [ii], afirmaba que desde la caída de la dictadura
militar en 1983 se había dado un progresivo incremento de la matrícula de la
escuela secundaria. La tasa de escolaridad neta habría pasado de 42,2% en 1980 a 59,3% en 1991. Un
nuevo hito lo habría marcado la sanción de la Ley Federal de Educación
N° 24195/93, que estableció la obligatoriedad del ciclo básico del nivel medio.
Así en 2001 se había llegado a 71,2%. Estas cifras, sin embargo, eran
desiguales según el ámbito: 56% en el rural y 82% en el urbano.
El Censo 2001 mostraba
que el 15% de la población de 13
a 17 años (600.000 jóvenes) no asistía a ningún establecimiento
de educación formal. Esa cifra se
agravaba en los sectores de más pobres ingresos: 30% según la Encuesta Permanente
de Hogares (EPH) en 2005, siendo más elevado el porcentaje en los jóvenes de 17
años: 38,1%. Según estudios de la
OIT en el 2006, 10,1% de la población urbana nacional, de 15 a 19 años, no estudiaba ni
trabajaba. Estas cifras se duplicaban para mujeres: 13%. En cambio solo 7,2% para
varones.
El documento reconocía
que, a partir de la crisis del 2001, se registraba un proceso inverso. La
matrícula media de la educación común se había retraído desde el 2002 al 2006 en
casi 70.000 alumnos. Afirmaba que esta matrícula podría haberse corrido a la
educación media de adultos ya que ésta había aumentado en 48.500 alumnos,
registrándose sin embargo, una pérdida de 20.000 alumnos aproximadamente.[iii]
El documento reconocía
que el promedio de repitencia era del 10,7%, siendo mayor en el 8vo año: 15,7%.
Señalaba que esa cifra era mayor en el ámbito público: 13,1% contra 4,4% del
privado. La baja repitencia registrada en el ámbito rural se debería a su menor
matrícula.
Según la DINIECE en el 2006, la
tasa de abandono fue alta en el año 12 de escolaridad: 26,5%. Nuevamente las
escuelas públicas registraron cifras más acentuadas: 30,4%, mientras en las
privadas fue de 19,5%. En el ámbito rural, el abandono se iniciaba ya en 7°,
23,1% contra 1,2% en el ámbito urbano. Esta diferencia podría explicarse por la
falta de escuelas medias en zonas alejadas de centros más poblados y la
temprana inclusión en el mundo del trabajo.
La DINIECE indicaba que
la sobre-edad oscilaba entre el 32,8% para el 7° año y 27,7% para el 5º año en el 2006. Así mismo, otro dato relevante lo
constituía el hecho de que el 52% de los jóvenes de 20 a 29 años no poseía certificado
de terminalidad porque adeudaba materias habiendo, sin embargo, cursado hasta
el 5º año inclusive.[iv]
II.
A
casi una década de la Ley
de Educación Nacional
A casi 10 años de la Ley de Educación Nacional N°
26.206, que extendió la obligatoriedad del nivel medio al Ciclo Orientado, la
evolución de la matrícula de la escuela media no ha registrado cambios
sustantivos. Atendiendo a que la variación poblacional entre los censos
2001-2010 fue del 10,6%, podemos afirmar que el aumento de matrícula no supera
el crecimiento vegetativo ya que la diferencia entre 3.431.959 en el 2001 y 3.663.829
en 2010 es curiosamente ese porcentaje: 10,7%. Y si consideramos la “década
ganada” o sea la totalidad de los mandatos la Presidencia de Néstor Kichner y
Cristina F. de Kichner, el porcentaje asciende a 11,1%, apenas 0,4% más.
El censo 2010 arrojó que la población de 12 a 17 años era de 4.215.957
jóvenes. Según nuestros cálculos, atendiendo a las cifras de escolaridad de DINIECE
para ese año: 3.663829 alumnos, la tasa de escolaridad fue de 85,5%.
Según SITEAL, la tasa
de escolarización para la población de 12 a 14 años habría aumentado del 97,8% a 98,3%
en 2013. Sería una de las más altas, aunque ligeramente inferior a Chile que
tendría 99%. Para la población de 15
a 17 años en toda América Latina habría aumentado de
69,4% en 2000 a
76,6% en 2013.[v]
En Argentina, la tasa de escolaridad para esa población habría pasado de 85,2%
a 88%[vi] en el
mismo período, también una de las más altas, aunque inferior a Chile que
tendría 92%[vii].
Siguiendo estos datos, en el 2013, uno de cada diez jóvenes de 15 a 17 años seguía fuera del
sistema educativo. Esto significa que 552.128 jóvenes en esa franja etaria no
asistían a ningún establecimiento escolar común[viii]. (ver
Cuadro 1)
Cuadro 1
Fuente: DINIECE Anuarios estadísticos
|
Según los datos
oficiales, el desgranamiento de alumnos aumentó levemente. El cuadro 2 muestra
que existía una relación de 1,8
a 1 entre el número de inscriptos en 1er año y en 5º año en el 2001, pero en el 2013 la
relación fue de 2 a
1.(ver cuadro 2)
El problema se agrava
cuando analizamos las cifras de los efectivamente egresados, aquellos que
terminaron el 5to año y obtuvieron su título. Mientras en el 2001 la relación
entre la población que egresaba con título y los ingresantes a 1er año era del
36,5%, en el 2013 esa proporción fue de 37,6%. No existe ningún cambio
cualitativo en estos resultados siendo que los regímenes institucionales de
evaluación y promoción se flexibilizaron considerablemente en la década analizada,
como parte de las llamadas políticas de inclusión que analizaremos más
adelante.
Cuadro 2
|
TOTAL
ALUMNOS EDUCACION MEDIA COMUN POR AÑO (estatal+privada)
|
|
|||||
AÑO
|
7
|
8
|
9
|
10
|
11
|
12
|
Egresos
|
2013
|
804.109
|
839.876
|
697.125
|
607.303
|
485.043
|
401.452
|
302.470
|
2012
|
808.580
|
836.928
|
685.249
|
606.563
|
469.952
|
389.636
|
285.699
|
2011
|
792.922
|
825.831
|
672.561
|
590.824
|
457.588
|
375.958
|
247.307
|
2010
|
803.957
|
821.587
|
650.497
|
581.920
|
444.178
|
361.690
|
248.389
|
2009
|
806.376
|
801.333
|
622.755
|
580.391
|
433.824
|
359.643
|
248.714
|
2008
|
781.955
|
759.928
|
611.446
|
569.324
|
433.888
|
354.540
|
251.451
|
2007
|
759.497
|
744.313
|
608.701
|
570.184
|
433.014
|
336.807
|
248.396
|
2006
|
737.547
|
747.763
|
618.086
|
577.384
|
425.432
|
344.600
|
254.729
|
2005
|
727.403
|
744.970
|
626.080
|
563.988
|
429.683
|
353.286
|
267.700
|
2004
|
735.060
|
739.502
|
609.502
|
564.908
|
445.193
|
370.199
|
279.936
|
2003
|
720.635
|
703.919
|
611.714
|
563.988
|
466.104
|
384.127
|
280.876
|
2002
|
695.974
|
715.003
|
631.426
|
571.600
|
469.617
|
382.923
|
300.072
|
2001
|
695.451
|
722.994
|
635.713
|
547.556
|
448.016
|
382.229
|
253.977
|
Fuente: DINIECE
–Anuario estadístico
Algunos estudios
señalan que estas cifras deben relativizarse ya que parte de esta matrícula ha
pasado a la educación media de adultos. Efectivamente, la matrícula de adultos
del nivel medio creció 30% en este período. Los anuarios de la DINIECE indican que en el
2001 había 405.887 alumnos en tanto que en el 2013 había 525.708. En cuanto a egresos, en el 2001 hubo 47.707
estudiantes, y en el 2013 se llegó a casi un 50% más: 73.774. Si bien estas
cifras dan cuenta de un mayor número de años de escolaridad, el número de
egresos sigue sin compensar la diferencia señalada respecto a la tasa neta de
escolaridad media. Además, debe
considerarse que la escolaridad de adultos contempla solo 18 a 20 horas de
clase semanales, en tanto que la educación común debe brindar 25 horas. Si bien
existen adaptaciones curriculares por la edad, la profundidad de los contenidos
tratados es más limitada.(ver cuadro 3)[ix]
Cuadro 3 Educación
media adultos
|
Matrícula
|
Egresados
|
2013
|
525.708
|
73.744
|
2001
|
405.887
|
47.707
|
Fuente: DINIECE
III. Percepción de alumnos y docentes sobre las causas de la pérdida de
escolaridad de la población de nivel medio.
A continuación
relatamos algunas entrevistas a diferentes actores de escuelas. Por lo limitada
de la población entrevistada, deben ser revisadas a la luz de trabajos más
extendidos.
D (18)
sin escolaridad CABA(Ciudad Autónoma de Buenos Aires)
“Dejé porque me costaba mucho, no entendía… Sí, me dijeron
que había clases de apoyo pero era en la hora de otras materias o tenía que volver
a la tarde y no tenía para comer al medio día… tengo un hijo, busco trabajo,
hago changas”
C. (20)
estudiante CENS (Centro Educativo de Nivel Secundario adulto), CABA
“Fui a una privada, pero repetí varias veces
porque no me sentía bien con mis compañeros. Ahora estoy acá, pero no son como
yo. Yo vengo de otro nivel social. Me cuesta un poco”.
K.(15) y B. (16) estudiantes,
Bajo Flores-CABA
K: “Muchas chicas dejan porque quedan embarazadas y les da vergüenza…Ya sé
que hay jardín para las madres pero no les gusta que las vean con la panza o
con los bebés…También los varones, porque empiezan a trabajar...Yo me cambié de
escuela porque la otra me quedaba lejos… Me gustaba más… aquí hay mucha
violencia… se pelean por boludeces… los profesores son buenos, me ayudan”.
B: “Dejan porque se ponen a afanar… se meten en la droga… quieren plata… otros
porque consiguen trabajo y trabajan hasta muy tarde, no les da el tiempo,
tienen hijos que mantener.”
E(51) Directora Agronomía-CABA
Algunos estudiantes que fracasan una y otra vez, repiten y
terminan con sobre-edad, sintiéndose fuera de " foco". Algunos se
reinsertan en algún CENS o en algún
secundario privado acelerado poco serio. El resto abandona y no pide pase a
ninguna escuela.
Faltan adultos que
acompañen su escolaridad. Muchos estudiantes no tienen ni siquiera quien les
firme el cuaderno de comunicaciones, padres que trabajan todo el día y no
pueden o no saben cómo acompañarlos. Padres que no se pueden hacer cargo por problemas
de adicciones, delincuencia. Los hijos, a la deriva. El ejemplo que deberían
tener de los adultos no se da en la familia. Muchas veces lo encuentran entre
adultos de la escuela, en los que sienten que pueden confiar.Si bien mi escuela
los tiene más contenidos, a veces no pueden sostener la cursada y estas
situaciones familiares provocan altos índices de inasistencias.
Últimamente están apareciendo casos de estudiantes con
" fobias", que les impiden salir de sus hogares y concurrir a la
escuela. Hay mucho ausentismo, a pesar de que las políticas de inclusión
obligan a los directivos a reincorporar infinitamente a los pibes que llegan a
las 25 faltas. Estas inasistencias obviamente inciden en el fracaso y abandono.
J. (45) Supervisor Mataderos
de CABA:
“No tenemos escuelas medias diurnas en la zona. La extensión de la
obligatoriedad se hizo creando turnos nocturnos en las escuelas primarias y las
familias tienen miedo que sus hijos lleguen a la noche a la casa. Literalmente, no
van más”
L. (40) profesora
de San Telmo-CABA):
“Faltan porque tienen que cuidar a sus hermanitos cuando
las madres trabajan. Viven en hoteles, amontonados, no tienen lugar para
estudiar. También por el embarazo adolescente, no tenemos jardines para las
madres, como en otras escuelas. Casi todos tienen la beca. Las exigencias no son
tantas, les damos muchas oportunidades. No dejan por eso. No les exigimos
libros, trabajamos con fotocopias. Los que provee el ministerio no alcanzan y
muchas veces no coincide con lo que él o la docente diseñó para su materia.”
M. (38) preceptora
en San Telmo-CABA
“La verdad, no sabemos atraparlos, hay que cambiar el
régimen institucional. A veces mis cursos tienen hasta seis horas por día sin
profesor. El sistema de designación de suplentes es semanal. Cuando un profesor
pide licencia el lunes hay que esperar hasta el sábado para que nombren un
suplente y a lo mejor no consiguen. Los chicos quedan sin clases, van perdiendo
ritmo, interés.”
H (42)
Director en José C. Paz (Prov. de Bs As)
“Nuestro distrito es el que más desgranamiento tiene en la
provincia. Estamos en una zona donde el 90% de la población vive de subsidios
del estado porque no hay trabajo genuino. Muchos cuando crecen empiezan a
delinquir y dejan la escuela.
Antes de la nueva Ley de educación, en la EGB 3 (7,8 y 9) teníamos 550
alumnos. Con la nueva ley, pasó a ser primer año y perdimos 100. Es como si el
corte hubiera provocado esa pérdida. En otros casos se pierden cuando la
escuela tiene solo hasta 3er año y hay que ir a otra para el ciclo superior. No
van. Hay casos que dejan a partir de 4º año pues sienten que no les sirve para
buscar trabajo. Prefieren ir a una escuela de formación profesional. Otra causa
que provoca desaliento es la falta de continuidad de las clases. Cuando un
profesor se enferma, la normativa impide que se nombren suplentes antes de los
15 días. Otro problema de pérdida de días de clase son los problemas edilicios:
falta de agua, corte de luz, problema de baños, etc.”
IV. Percepción de los docentes acerca de las políticas
públicas
Analizamos
a continuación la percepción de los docentes de las políticas públicas que
pretenden contrarrestar esta realidad.
E (55) directora
en Liniers-CABA:
“Lo de los tutores está bien, lo mismo que los planes
Mejora, te permite hacer proyectos que puedan interesar a los alumnos, pero no
podés darles continuidad. Ahora nos suprimieron los proyectos de los planes
Fortalecimiento de Ciudad porque dicen que hay que cubrirlo con las horas del
profesor por cargo, pero no es lo mismo. Teníamos la “escuelita”, un espacio
para ayudar a los alumnos con dificultades de aprendizaje a contra-turno, y
ahora no nos dieron continuidad a esos fondos. Teníamos radio. Todo perdido, y
los docentes precarizados. Sin estabilidad en los cargos no podés sostener los
proyectos.”
I (58) profesor
de Club de Jóvenes -CABA:
“Es una propuesta potente para retener matrícula de chicos
a los que les cuesta reinsertarse en el espacio escolar, funciona los sábados
en escuelas abiertas. Hay guitarra, teatro, ajedrez, deportes. Pero ahora se lo
está desguazando. No nos dan las viandas, demoran en confirmar los contratos
cada año, nombran a coordinadores por fuera del plantel, que no conocen el
proyecto.”
L.(61)
Capacitador docente
“Todos estos planes hay que eliminarlos, conducen a la
precarización laboral y educativa. Lo que se necesita es incorporar estas
propuestas a una jornada laboral docente, por fuera del tiempo de clase
curricular, con docentes designados por estatuto y concursos públicos”
H (45) José C Paz, Provincia de Buenos
Aires.
“Tenemos un nuevo Reglamento General de las Instituciones
educativas de provincia de Bs. As., (Decreto N° 2299) por el cual los
preceptores y las conducciones nos tenemos que hacernos cargo de la atención de
alumnos cuando falta un docente para
que no tengan que irse a sus casas. En lugar de pensar las causas del
ausentismo, nos recargan de trabajo. Falta el personal que está previsto por
Resoluciones según la matrícula o cantidad de secciones: vicedirectores,
bibliotecarios, vicedirectores, EMAP (encargados de medios de apoyo técnico
pedagógico), jefes de áreas o departamentos. Nos faltan doce cargos. Tenemos
cursos de hasta 43 alumnos.
El estado trata de poner el ciclo superior en el turno
vespertino para no tener que construir más escuelas o aulas. Algunas escuelas
ahora se encuentran con que perdieron matrícula porque muchas familias no
mandan a sus hijos adolescentes a la noche por razones de seguridad. Nosotros
luchamos hasta con corte de ruta y conseguimos dos salones más.
Casi todos nuestros alumnos cobran la Asignación Universal
por Hijo. En 4º, 5º, 6º y terciarios, pueden pedir el Plan Progresar, que pasó
a ser de 900$ este año. El Plan Mejoras lo usamos para tutorías, que dan clases
de apoyo. Es muy bueno para los chicos, se pueden hacer talleres, capacitación
docente. Pero es insuficiente en cantidad, y supone trabajo precarizado, pagan menos
por hora cátedra, no hay derecho a licencias. Con 660 alumnos tengo 6.000 pesos
para gastos operativos en todo el año: resmas de papel, libros, fotocopias: 1$
por alumno por mes.
Este año se empezó con el programa “Reconocimiento de
saberes” con carácter piloto. Consiste en dar por aprobado el año por más que
hayan quedado aplazados en 3 o 4 materias. Se dice que cursarán a contra-turno
las materias que desaprobaron.
E. (51) Directora Agronomía-CABA
“Si bien la letra escrita habla de incluir a todos en la
escuela hay mucha resistencia en algunos docentes que consideran que es
facilitarles cada vez más la cursada. Por otro lado, cada vez hay más trabas
burocráticas para que las escuelas puedan resolver estos temas, nos exigen muchos
controles administrativos mientras los alumnos quedan a la deriva sin nadie por
encima de la escuela que resuelva estos temas.
Con los fondos del Plan Mejoras muchas escuelas deciden
pagarle a un Asistente social o Psicólogo ya que no tenemos por planta
funcional. Estos siguen siendo parches que quedan a exclusivo criterio del
director de cada escuela, con el peligro que implica que no existan controles
del manejo de ese dinero.
No hay una política para los repetidores, por ejemplo, que
no tengan que volver a cursar todas las materias sino sólo las que se llevaron.
Muchas veces los docentes los estigmatizan y no buscan otras estrategias para aprovechar
su recorrido anterior y retomar su proceso de aprendizaje, para que ellos
mismos puedan empoderarse como estudiantes.”
L(51) Malvinas Argentinas Prov.de Bs As
“Cuando nos dijeron que teníamos que abrir el ciclo
superior de la escuela media no nos nombraron personal, ni nos dieron recursos.
Yo tenía 211 cupos para el comedor, hoy con más matricula tengo 101 cupos que
tengo que repartir entre todos. Recibo 1.500$ por mes para mantener el edificio
e insumos, no puedo pagar el arreglo de un baño.
Con el programa Conectar igualdad se entregaron las
computadoras para cada estudiante, pero no tenemos conexión a internet, a veces
tenemos intranet. No hubo capacitación a docentes, los pocos cursos son con
cupos limitados en la región, no llegan al distrito. No tenemos servicio
técnico para reparar las computadoras. Hay uno regional que no llega nunca pues
es para 4 distritos con dos millones de habitantes. No se están utilizando en
el aula.
L(40)
Docente Santa Cruz:
“Mi escuela comparte el mismo edificio con otros dos. No
hay tiempo de limpiarlo. Nos piden que aceleremos las trayectorias pedagógicas
de los alumnos. En tres semanas tenemos que acelerar a un alumno de 16 años
para que pase de un año a otro. El sujeto que nosotros atendemos es un sujeto
pobre, carente. Si la escuela no le brinda los elementos para que comprenda el
mundo en qué vive, tenemos que enfrentar las directivas que no le dan esas
herramientas.”
V. La cuestión socio-ambiental y cultural
Las
condiciones socioeconómicas generales dificultan el ejercicio del derecho a la
educación enunciado en la norma. La vulnerabilidad social es particularmente
más aguda en los sectores infantiles y juveniles. Argentina tiene un índice de
pobreza, estructural, de 25,1%, lo que equivale a 9,6 millones de personas[x].
Esta cifra ascendería 8 puntos si no existiera la Asignación Universal
por Hijo (AUH), plan de entrega de subsidios por parte del estado, que redujo
la indigencia a 5,5% y que representa el 37% de los ingresos de las familias
pobres. A su vez, 37% de sus trabajadores están en negro, y la mitad de su
población tiene ingresos inferiores a 5.000$[xi],
equivalentes a menos de la mitad de la canasta familiar estimada en 14.000$.
Problemas de vivienda: Según el
último censo 2010, 25,4% de la población padece problemas de vivienda:
3.095.312 de hogares. El hacinamiento en viviendas precarias, la falta de
espacio físico para estudiar en casa son factores que operan contra la buena
escolaridad. La inestabilidad en los alquileres debido a la falta de una
legislación que proteja al inquilino,
permite el aumento de precios por encima de salarios, la arbitrariedad
en la renovación de contratos lo que hace que deban buscarse nuevas ubicaciones
perdiendo cercanía con las escuelas de origen, y con ello problemas para
re-matricularse.
La maternidad-paternidad adolescente: La maternidad adolescente aparece como una causa significativa
de abandono en las mujeres. Si bien en algunas escuelas hay jardines maternales
asociados, son excepcionales y no cubren la demanda existente. En algunos casos
a esto se agrega un problema cultural: la “vergüenza” de ser madre soltera que
hace que muchas mujeres se replieguen a la vida hogareña, incluso perdiendo
toda posibilidad de salida laboral. En el caso de los varones que asumen su
paternidad temprana, esto conduce a que salgan a trabajar abandonando sus
estudios dado que se trata de trabajos precarizados.
El trabajo temprano: La
necesidad de salir a trabajar aparece como otra causa del abandono en la franja
de 15 a
17 años. Las jornadas extendidas en
talleres de costura, en comercios o
changas en la construcción, son uno de los motivos claros de abandono.
Son trabajos precarizados donde el derecho a estudiar no se contempla ni en
licencias por examen ni horarios.
Cuidado de hermanos pequeños: La falta de jardines maternales públicos conduce a que muchos
chicos deban quedarse en sus hogares cuidando hermanos pequeños mientras sus
padres trabajan. Esto provoca buena parte del ausentismo que conduce lentamente
a la pérdida de regularidad y de interés por estudiar.
Adicciones y redes de delito: El crecimiento de las adicciones y la caída en redes de delito es
otra causa de la pérdida de escolaridad. La escuela sola no puede si no existe
una política de estado consecuente para combatirla.
Viajes y comida
Si bien
existen descuentos o abonos en transportes públicos en algunas provincias, esto
suele ser acotado a horarios que, en caso de contra-turnos, o jornadas diversas,
no es válido. La “vianda” existe solo en algunas escuelas, es deficitaria desde
el punto de vista nutricional. La gran mayoría no la tiene. Las clases de apoyo
o de actividades extendidas a contra-turno se vuelven un gasto extra.
Cuestiones culturales
En las
últimas décadas, junto al reclamo social por la democratización de la sociedad
y los derechos de la juventud, ha crecido en las familias la convicción de que
es necesario que los chicos terminen la secundaria. Este hecho, se ha reforzado
aún más con el establecimiento de su carácter obligatorio desde las leyes. Sin
embargo, en muchos casos los padres, que no fueron a la escuela secundaria, no
pueden sostener culturalmente la apoyatura a este nivel de escolaridad de sus
hijos. Cuando la escuela no puede compensar este déficit, los chicos se van
desmoralizando y caen en el fatalismo de que “para ellos no es el estudio”.
.
V.
Las políticas de estado
Si bien
han crecido dispositivos con el propósito de retener a los alumnos en este
nivel, estos son insuficientes, discontinuos y no han revertido la situación descripta.
Faltan escuelas próximas a los domicilios: La obligatoriedad de la escuela media no fue acompañada de un
plan de construcción de escuelas suficiente. Aunque se construyeron escuelas,
la demanda no ha sido satisfecha. Esto
lleva a la baja matrícula en las zonas rurales o grandes urbes. En algunas ha
favorecido la privatización ya que, ante la falta de escuelas cercanas, han
crecido las escuelas privadas, financiadas por el estado con subsidios. Otras
han pasado los nuevos cursos obligatorios, 4º y 5º año a turno vespertino, pero
el resultado ha sido la pérdida de matrícula dado que las familias temen el
envío de sus hijos por razones de seguridad.
Los tutores: Esta figura es reivindicada por gran
parte de docentes y alumnos. Sin embargo, no forma parte de las plantas
funcionales de las escuelas. Se organizan a partir de horas institucionales que
se pagan por fuera de los salarios. Al no ser parte de un régimen laboral
estable no permite mantener un proyecto en el tiempo. Además, son
insuficientes.
Las becas: Este histórico reclamo de los
estudiantes hoy existe. Se entregan masivamente y sin mayores dificultades. Su
distribución debería acompañarse, sin embargo, con un plan para sostener la
escolaridad: tutores, apoyos, etc.
El comedor estudiantil: La
alimentación de los estudiantes que asisten a contra-turno debería ser motivo
de preocupación. Comer viandas en base a sándwich de fiambre y pan durante toda
la adolescencia contribuye a la mala nutrición, a la obesidad, a los malos
hábitos. Se requiere un plan para desarrollar comedores estudiantiles con
dietas aprobadas por nutricionistas.
Las clases de apoyo: El apoyo
extra-clase para superar dificultades en el aprendizaje resulta fundamental
para retener matrícula y además para contribuir a una buena educación. Sin
embargo, este diseño no está instituido ni se le ha dado prioridad. Depende de
la voluntad y decisión de cada escuela sobre cómo habrá de distribuir sus
recursos humanos. Allí donde se realiza ha dado buenos resultados, aunque
también sufren los problemas antes enunciados: los problemas del contra-turno,
la falta de estabilidad de los docentes.
Los Planes Fines: El
Plan Fines 1 consistente en brindar clases de apoyo a los estudiantes que
adeudaran una o dos materias previas de 5to fue una medida apropiada para
facilitar la terminalidad de aquellos que no tenían recursos para pagar un
apoyo particular y obtener su título. Lamentablemente esta buena propuesta se
concibió con docentes precarizados, sin derechos laborales.
En 2010, por el contrario, se implementó el Plan Fines 2, una burla al
derecho de la juventud: con 6 horas de clase semanales que reemplazaban a las
25 horas de una escuela media obligatoria, se facilitó la obtención del título
de egreso de la secundaria. Con 70% menos de cursada, recorte de contenidos, el
único resultado fue la reducción de las tasas de desescolarización de nuestro
país para mostrar en los organismos internacionales.
Planes “Mejora” y “Fortalecimiento” y programas no
formales.
La
entrega de recursos para promover la realización de proyectos que apunten a retener
la participación de estudiantes en el espacio escolar, a partir de iniciativas
y/o intereses no ceñidos a las materias curriculares (radios, revistas, cines
debates, teatro, clubes de jóvenes, deportes) no se hace a partir de establecer
un sistema de derecho en la distribución del presupuesto sino bajo la lógica de
mercado. Se distribuyen en forma discrecional, y como modo de control de
eficiencia y rendimiento. Profundizan la precarización laboral de docentes, facilitan
el uso discrecional de recursos, son insuficientes e inestables en el tiempo. Pasan
meses del año sin confirmarse los docentes a cargo, los chicos se cansan, se
desinteresan. Los docentes no pueden planificar su actividad ni sus propios
ingresos laborales. En lugar de este mercado de fondos se debería reestructurar
el presupuesto de modo que cada escuela disponga, por norma, de recursos para
la compra de material didáctico y, a su vez, aumentar las plantas funcionales
para incluir los cargos por concursos públicos y bajo el régimen laboral del
estatuto docente.
Educación sexual y aborto legal: La
maternidad y paternidad adolescente requiere que se dé prioridad a la educación
sexual de nuestros jóvenes en la escuela media. Somos responsables de
brindarles a nuestros alumnos las herramientas para poder disfrutar de su
sexualidad sin el peligro de un embarazo prematuro en sus vidas. Al mismo
tiempo, debemos abrir el debate sobre la necesidad de que nuestra sociedad
acepte la legalización del aborto para aquellos casos en que el embarazo no es
deseado. Para que la juventud tenga derecho a decidir, debemos darles las
herramientas.
El régimen laboral docente: El ausentismo docente es presentado, en muchos casos, como
causante de la pérdida de interés de los alumnos en muchos estudios gubernamentales,
incluso en algunos comentarios de actores de las propias escuelas. Un estudio serio
de esta realidad daría cuenta que las condiciones laborales están en la base de
este problema. En primer lugar, los
bajos salarios hacen que la docencia muchas veces trabaje hasta 70 horas de
clase semanales cuando el promedio, por ejemplo en Europa ronda las 28 horas,
siendo solo dos tercios de esa jornada frente a clase. El exceso de horas de
clase provoca deterioro en la salud docente, aumenta las enfermedades, reduce
el tiempo de preparación de clase y perfeccionamiento docente. Como además,
muchos trabajan en diferentes escuelas, en módulos pequeños con mosaicos de
horarios, resulta difícil el reemplazo de suplentes, que se realiza en forma
tardía una vez a la semana y en algunas jurisdicciones no se garantiza antes de
los 15 días por norma. El régimen de profesor por cargo supone una solución más
alentadora a esta realidad, pero su implementación se hace desatendiendo
situaciones de docentes que llevan años en cargos suplentes, y/o afectando las
horas extra-clases a llenar huecos por ausentismo, lo que lleva a que no puedan
cumplirse las funciones previstas. Se requiere una urgente revisión de la
política salarial docente, el rediseño de la jornada laboral a cargos para
incluir los tiempos extra-clase y la convocatoria a designación de suplentes al
menos cada dos días a partir del mejor uso de recursos de la tecnología digital
para su implementación.
VI.
Conclusiones:
En el
presente trabajo sostenemos que la baja escolaridad del nivel medio alcanzado
en Argentina, más allá de la nueva normativa obligatoria, obedece a la pobreza
estructural que padecen los sectores populares, debido a la avaricia del
capital. En los últimos años, la bonanza económica por los mejores precios de
las exportaciones de productos primarios, no revertió en un mayor nivel de vida
del conjunto de la población. El potencial de la revolución tecnológica en
curso no sirvió para la redistribución, en términos históricos, civilizatorios,
del trabajo en toda la población con menos horas de jornada laboral. Ambos
factores han sido aprovechados por los grandes capitalistas para una mayor
concentración, aumentado sus riquezas
mientras se generó mayor precarización laboral, trabajo esclavo y
desocupación estructural.
Las
llamadas políticas de inclusión solo sirven como paliativos de contención
social a la demanda de los sectores excluidos pero no cuestionan las bases
estructurales mismas de una estructura económica y política cada vez más
excluyente.
Se requiere un cambio radical de las relaciones sociales de producción,
de modo que estén organizadas en función de las necesidades sociales y no de
las ganancias del capital. Esto solo podría lograrse si el estado pasa a ser
organizado por los trabajadores, en una nueva institucionalidad que suponga su
plena participación en cada uno de los niveles de decisión de las políticas
públicas, en lugar del régimen actual de representación. A la par, se
requeriría un nuevo régimen de propiedad de los grandes resortes de la economía
que deberían pasar a ser de propiedad pública, es decir de la totalidad de la
sociedad, y para beneficio de todos sus habitantes a quienes se reclamaría que den, con su trabajo, toda su capacidad.
La realización de ese cambio estructural
debe estar jalonada de luchas presentes para la obtención de medidas
inmediatas que contribuyan a mejorar las
condiciones de acceso a la escolaridad media, a saber:
-
Rediseño del modelo de financiamiento de la
educación que deberá volver a ser nacional para recuperar igualdad en el acceso
entre jurisdicciones[xii].
Aumento del mismo a 10% del PBI en base a suspender el pago de los intereses de
la deuda externa, impuesto a los grandes monopolios y la renta financiera.
-
Democratización del sistema educativo con gobierno
docente-estudiantil para su plena participación en programas y proyectos.
-
Plan de construcción de escuelas medias y de nivel
inicial en todo el país según censo poblacional.
-
Régimen de tutorías, horas institucionales y clases
de apoyo para todas las escuelas y cursos, en base al aumento de la planta
funcional estable de docentes, elegidos por concurso público.
-
Escuelas iniciales públicas asociados a la escuela
media para la maternidad-paternidad adolescente.
-
Boleto estudiantil y comedores escolares.
-
Fondos para que las bibliotecas escolares provean
de libros gratuitos, acorde a las elecciones del gobierno docente-estudiantil
de los establecimientos escolares.
-
Creación del cargo docente para media que incluya
un tercio de la jornada laboral extra-clase para capacitación docente,
planificación, proyectos, atención de alumnos y familias.
-
Educación sexual
efectiva en todas las escuelas. Distribución gratuita de
anticonceptivos. Aborto legal para decidir.
-
Creación de instituciones públicas que trabajen en
red con salud y educación para la prevención y recuperación de adicciones.
-
Urgente plan de viviendas sociales con créditos
accesibles al salario de cada familia.
[i] La Ley de Educación Nacional Nº 26206/06 estableció que el
sistema educativo obligatorio abarca el nivel inicial en la sala de 5 años, el
primario, 7 años y el secundario, 5 o 6 años. Éste, a su vez, está organizado
en un Ciclo Básico de 3 años y 2 de un Ciclo Orientado, diversificado según
áreas de conocimiento, del mundo social y del trabajo. Dado que en algunas
provincias el 7mo, 8vo y 9no año forman una unidad pedagógica, el presente
trabajo unificará la designación desde 1º año a 12º, siendo este el último de
la secundaria común. No se incluye la cuantificación del 6to año o año 13 por
ser irrelevante a los fines de nuestro estudio.
[ii]
http://repositorio.educacion.gov.ar/dspace/handle/123456789/54335
[iv]
Ibid cuadro 7
[v]
www.siteal.org. Escolarización en América
Latina. Resumen estadístico comentado. Tabla 1. Pág. 2
[vi]
Siteal según informa de la EPH
2013
[vii]
Ibid Tabla 5. Pág.6 SITEAL base los cálculos mencionados en la Encuesta Permanente
de Hogares de INDEC Instituto Nacional de Estadísticas y Censos 2013
[ix]
Ver Ley de Educación Nacional establece en el art. 32 inciso C
[x]
Informe de extrabajadores del INDEC desplazados por el gobierno (2013-primer
cuatrimestre 2014). Según Ecolatina sería de 27%.
[xi]
UCA Universidad Católica Argentina. Observatorio de la Deuda Social de la Argentina.
[xii]
Actualmente el gobierno nacional solo aporta 1,22% del PBI al sistema educativo
formal. La diferencia de gasto por alumno es de 1 a 5 según las jurisdicciones.
Ver “Hay que cambiar el modelo de financiamiento de la educación”. www.lauraendamarrone.blogspot.com
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