miércoles, 15 de enero de 2014

Evaluación externa de la Educación en Ciudad de Bs AS: Los dos proyectos por la mala senda Julio/2013

Evaluación externa de la Educación en Ciudad de Buenos Aires:
Los dos proyectos van por la mala senda
La Comisión de Asesores de la Legislatura está tratando en sus sesiones, dos proyectos de Ley  referidos a evaluación de la educación en Ciudad de Bs AS. El del PRO propone la creación de un Instituto Autárquico de Evaluación y el del F.P.V., sostenido por UTE, una Ley de Evaluación Integral y la creación de un Consejo de Evaluación de la Ciudad. Señalada por diversos diputados la necesidad de buscar acuerdos sobre los temas en cuestión, autarquía o no de los responsables de la evaluación, conceptos de evaluación y de calidad, las sesiones continuarán en las próximas semanas. La asesora de la Diputada Gorleri (Presidente de la Comisión de Educación) señaló que la base de un posible acuerdo entre los dos proyectos se hallaba contenida en el Plan Quinquenal presentado por el Poder Ejecutivo nacional y que tiene Resolución 188/12 del Consejo Federal bajo el título Plan Nacional para la Educación Obligatoria y la Formación Docente.
Efectivamente, en su anexo II, el mencionado plan establece la meta para el 2016 del  sostenimiento de un Sistema Nacional Integrado de Evaluación del Sistema educativo. Dicho sistema debería definir indicadores para la evaluación, integrar información de O.N.E., T.E.R.C.E. y P.I.S.A., relevar  información sobre aprendizaje de alumnos, instituciones educativas en nivel primario y medio, del sistema educativo, entre otros.
 El Instituto autárquico, originalidad del PRO, permitiría a la Dirección de evaluación recibir fondos por fuera de los estrictamente presupuestarios del Gobierno de la Ciudad. Sin embargo, la evaluación que pretende tiene el mismo carácter integral de la propuesta por el F.P.V. aunque este último plantee realizarla a partir de un Consejo Evaluador que actuaría dentro del Ministerio y sin autarquía financiera.
 Al pretender modificar lo existente, ambos bloques están diseñando algo nuevo. En realidad lo único que falta a las innumerables evaluaciones existentes, escolares, jurisdiccionales, nacionales e  internacionales, es hacer evaluaciones censales, vinculantes que permitan medir el rendimiento estudiantil, y por  tanto el desempeño docente. No importa lo que se declare desde el discurso,  por ejemplo su carácter “no punitiva”. La herramienta es la que da cuenta de la intencionalidad.
 Estos proyectos estarían en consonancia con otras medidas que habría adoptado el PRO en febrero de este año, como la contratación de la empresa holandesa  I.E.A. (International Educational Asociation) a quien ya abonó 195.000 dólares y 75 mil euros[1]. La evaluación de esta empresa sería de las actitudes y los valores de nuestros alumnos mediante el uso de pruebas psicométricas. Empecemos por  los instrumentos. Los test sicométricos han sido cuestionados por las actuales corrientes de la psicología educacional por  conducir a clasificaciones interindividuales a-históricas, que no aportan a comprender los procesos de aprendizaje en su contexto así como de sus dificultades. Agreguemos a esto el  carácter del objeto que se pretende evaluar, fundamentalmente ideológico. ¿Quién decide cuales son los valores a medir?  ¿Estamos ante la legitimación de una herramienta de control social? ¿Sin siquiera velar sus propósitos? Algo obsceno. Descarnado. ¿Quién es la voz autorizada para controlar los valores de nuestros alumnos? ¿Quién va a controlar esa información de los valores de nuestra niñez y juventud? ¿Es re-vinculable la información a las personas evaluadas. ¿Qué cuidados éticos hay sobre esa información?  ¿Hay firma de consentimiento informado por parte de los evaluados? ¿Quién va a firmar el consentimiento en caso de los niños y adolescentes?
 Otro de los anuncios del Ministerio de Ciudad, en la misma dirección la difusión,  es la implementación del “El Boletín de mi escuela” que durante Junio empezó a ser distribuido en algunas escuelas y que contiene información de datos socio-demográfico (pobreza, desocupación, población) y de indicadores educativos (repitencia, sobre-edad, escolarización).  Los mismos servirían para establecer un régimen de premios como viajes a Bariloche o bibliotecas para aquellas escuelas que lograran mejorar sus índices de calidad, según manifestó el Ministro Bullrich al Diario La Nación el 31 de mayo del corriente año[2].
 El régimen de premios y castigos, o sistemas de estímulo-respuesta  fueron hace varias décadas a parar al cajón de la basura de nuestro sistema educativo por responder a un formato conductista de la educación que en lugar de promover el deseo de aprender, intrínseco al proceso mismo de aprendizaje, genera conductas que lo que buscan es obtener un premio o evitar un castigo. 
 Al mismo tiempo, el ranking de escuelas se ha demostrado como absolutamente negativo allí donde se aplicó (EEUU, Chile) pues provoca el corrimiento de matrícula de las escuelas desfavorecidas hacia las que tuvieron mejores resultados, condena a las que tuvieron menos resultados a menos recursos y con ello profundiza las diferencias.  
 Lamentamos el desconocimiento de las autoridades educativas de estas cuestiones elementales hoy de las Ciencias de la Educación. Indudablemente la formación de ambos promotores de estas políticas, Bullrich como analista de Sistemas y Montoya como economista opera en contra del diseño de una política educativa que permita mejorar la educación de nuestra Ciudad.
 Los mencionados funcionarios están comprando, caro, viejo y de descarte sistemas de evaluación diseñados hace 20 años por las reformas neoliberales  que ya fracasaron.  No solo no mejoraron la educación sino que la dañaron pues condujeron al empobrecimiento del currículo.  La enseñanza se ve suspendida tiempo antes de su aplicación para dar pie al adiestramiento de los alumnos a los contenidos estándares de las pruebas externas. Justamente esta experiencia condujo este mes de junio en E.E.U.U. a que en numerosas escuelas padres, docentes y alumnos impidieran su aplicación con movilizaciones callejeras, lo que provocó que en varias ciudades las autoridades educativas se vieran obligadas a abolirlas[3]
 Su aplicación tardía en nuestra ciudad sería un retroceso.
 Desde Ademys venimos sosteniendo que estos sistemas de evaluación externas, estandarizados, censales, no sirven para mejorar la educación sean estos efectuados desde organismos autárquicos  u organismos internos al propio ministerio.  Lo que está en cuestión, no es una mera autonomía del manejo de finanzas sino el sentido mismo de este tipo de evaluaciones, verdaderas pérdidas de tiempo de aprendizaje y de recursos públicos.
 Ademys reitera ante la Comisión de Educación de la Ciudad de Bs As y el propio Ministerio de educación su pliego de 12 PROPUESTAS PARA MEJORAR LA EDUCACIÓN. Entre ellas destaca la necesidad de poner en forma urgente en la agenda educativa de la ciudad, un plan de formación docente continua en servicio como parte de la jornada laboral, y sin pérdida de días de clase para los alumnos.
PARA CONOCIMIENTO DE LA TOTALIDAD  DE PROPUESTAS CONSULTAR PRESENTACIÓN EN SLIDESHARE: Evaluación de la educación en Ciudad de Bs As por la mala senda.
Bs As, 1 de Julio 2013                                            
Laura Marrone
Secretaría de Asuntos Pedagógicos
Ademys


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